Cómo el control adecuado de la humedad le permite ahorrar dinero al aumentar la ventilación

Si dirige un negocio, independientemente de la industria, no es ningún secreto que el aumento de la ventilación se ha convertido en un tema candente desde que se desató la pandemia a principios de este año. Pero, ¿está preparado para afrontar cambios dramáticos en la humedad que pueden afectar todo, desde los productos y la comodidad del cliente hasta su factura de energía, todo debido a un aumento en la entrada de aire fresco del exterior?

Considere el aumento de la humedad como una consecuencia no deseada de intentar hacer lo correcto. Quiere aumentar la ventilación en su edificio, porque la ciencia muestra que el intercambio de aire ayuda a reducir la cantidad de COVID-19 flotando en todo su edificio. Esto, a su vez, en teoría debería mantener sus instalaciones más seguras para los empleados y visitantes.

Entonces, analicemos el desafío, las posibles soluciones y cómo una solución relativamente desconocida puede ahorrarle dinero, dolores de cabeza y tiempo.

Aumento de la ventilación: el trasfondo

Así que todos estamos en la misma página, comencemos con cómo surgió esta necesidad de ventilación drástica.

A principios de este año, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron pautas para las instalaciones que indicaban que aumentar la ventilación del aire exterior y el flujo de aire total podría reducir drásticamente la susceptibilidad al COVID-19. Si bien es ideal sobre el papel, es casi imposible (o al menos poco realista) para la mayoría de las instalaciones.

Poco después, Minnesota exigió que los tenderos usen el 100 por ciento del aire exterior. Esto significaba que no podían recircular el aire dentro de sus instalaciones. Simple de hacer pero el impacto es severo. El resultado es costoso e ineficiente cuando se trata de mantener constantemente niveles cómodos y seguros de temperatura y humedad.

Desde entonces, empresas de todos los tamaños han seguido su ejemplo, priorizando la ventilación. Si bien no es un problema a corto plazo, el enfoque no es sostenible a largo plazo, debido a los altos costos de energía y los desafíos para estabilizar la temperatura y la humedad.

La solución común y por qué no funciona.

Para aumentar la ventilación de manera tan espectacular, las instalaciones deben configurar los controladores de aire para que utilicen el 100% del aire exterior. Eso significa que no se recircula aire a través de la máquina. Por lo tanto, el manipulador de aire solo tiene una oportunidad para reducir la temperatura y la humedad.

En circunstancias "normales", el aire se recircula, lo que permite que las unidades bajen la temperatura y eliminen más humedad del aire cada vez que pasa. Eso ayuda a crear temperaturas estables y un control de humedad decente y es relativamente eficiente (en comparación con usar 100% aire exterior).

Entonces, ¿por qué es ese un problema?

Un par de razones:

1. Los manipuladores de aire no están diseñados para operar de esta manera. Son terriblemente ineficientes cuando solo obtienen una pasada al aire. Consumen toneladas de energía, lo que hace que las facturas se disparen.
2. Es solo moderadamente efectivo. Sí, los intercambios de aire están ocurriendo a un ritmo mayor, pero debido a las diferentes condiciones climáticas al aire libre, es más difícil mantener una calidad constante del aire interior. Para referencia, ASHRAE recomienda 40-60% de humedad relativa (RH) en sus métricas de calidad del aire interior.

En algunos casos, estamos viendo que las instalaciones agregan una unidad de techo / controlador de aire adicional a base de refrigerante para ayudar. O, y esta es una opción un poco mejor, los operadores están agregando un sistema de aire exterior dedicado (DOAS). Ambas opciones son costosas. La forma más fácil de ver el costo potencial es pensar en dólares gastados por tonelada:

• Generalmente, las máquinas de 3 toneladas cuestan alrededor de $ 1,500 por tonelada.
• Las máquinas más grandes (25 toneladas) cuestan alrededor de $ 900 por tonelada.
• Agregar bobinas de recalentamiento (formas ineficientes de eliminar la humedad) cuesta $ 1,000 adicionales por una unidad de 10 a 15 toneladas.  

Y lo que es más importante, de forma aislada, ninguno de estos enfoques ofrece la mayor eficiencia y ahorro de costes.

Dehu + DOAS + manipuladores de aire = ahorro y estabilidad

Espera, ¿más máquinas y me estás diciendo que es la mejor opción? Para canalizar nuestras raíces del Medio Oeste: lo seguro.

He aquí por qué: cuando cada unidad hace lo que está diseñada para hacer, el rendimiento y la eficiencia mejoran. Es como dejar que tu mariscal de campo se concentre en el mariscal de campo, en lugar de que bloquee y juegue a la defensiva también.

La forma más sencilla de ver esto es con un ejemplo:

• Por el bien del argumento, tenemos una tienda de 10 años con controladores de aire existentes.  
• Luego agregaríamos una unidad DOAS para manejar el 100 por ciento de las responsabilidades de ventilación. Esto es lo que mejor hace.
• Luego, reconfigure su controlador de aire para recircular el 100% del aire interior. Generalmente, están configurados para incluir un 10% de aire exterior, pero eso reduce la eficiencia. Recuerde, los manipuladores de aire son los mejores para manejar cargas sensibles. Nuevamente, más eficiencia.
• Por último, agregue 2-3 deshumidificadores comerciales de 500 pintas dentro de la instalación. Estos manejarán la carga latente. Una ventaja adicional es que cada máquina tiene un filtro, lo que significa que está capturando contaminantes que, de otro modo, los ocupantes podrían inhalar.

Con esta opción, verá una reducción significativa en los costos de energía, así como en la inversión de capital. Generalmente, verá una disminución del 26% en los costos operativos y un 32% de ahorro en los gastos de capital. Si está interesado en obtener más información o en ver cómo se desarrollan los cálculos en sus instalaciones, envíenos una nota o llámenos en cualquier momento.

Sobre la autora

Walt Waetjen es gerente senior de productos en Quest. Se especializa en ayudar a las organizaciones a encontrar las soluciones más eficientes y efectivas para sus desafíos de control ambiental.